FICHA INSCRIPCIÓN FEDERACIÓN

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Los pagos para la licencia-Federación se efectuarán en:
Titular: Asociación Española de Técnicos de Aikido
CAJA MADRID: 2038-1888-26-6000165163
MORIHEI UESHIBA

      
  
(Tanabe, Wakayama, 1883 -Ayabe, 1968) Maestro de artes marciales japonés. Creador de la disciplina del Aikido, término que puede ser traducido como 'arte de la paz', y considerado uno de los mejores Dai-sensei ('Gran maestro') de la historia de las artes marciales. Provenía de un linaje de samurais campesinos. Su padre, un próspero terrateniente que también tenía negocios madereros y pesqueros, fue un hombre muy respetado por la comunidad, que sirvió en los consejos municipales, se enfrentó a los políticos corruptos y a sus ronin ('mercenarios') y educó a su hijo con un fuerte sentido del deber filial en el bushido (el 'Camino del Guerrero').
 Ueshiba, en justa correspondencia, reverenció a su padre durante toda su vida. Fue un niño débil y enfermizo, afligido constantemente por la devastación de la guerra y las brutalidades de los líderes políticos; fue superando sus limitaciones físicas mediante ejercicios que robustecieron su cuerpo, y su espíritu a través de la meditación budista, aprendida de la secta Shingon, a la que pertenecían sus padres.

Morihei Ueshiba
En 1901, terminados ya sus estudios secundarios, se dirigió a Tokio para abrir una papelería, el Almacén Ueshiba, que distribuía material y artículos de escritorio para los colegios, pero cayó enfermo y el negocio no prosperó.
Volvió de nuevo a Tanabe y se unió a un grupo de artes marciales dirigido por el maestro Tozawa Tokusaburo; al año siguiente comenzó el estudio de los principios del sable en la escuela Yagyu Shikage. En 1903 contrajo matrimonio y, casi inmediatamente, se alistó en el Ejército Imperial de Japón para luchar en la Guerra Ruso-japonesa (1904-1905). Fue enviado a la reserva, en Osaka, y luego a Manchuria, pues se le consideraba demasiado pequeño de estatura para prestar servicio activo. A su vuelta a Tanabe siguió aprendiendo los principios de la Yagyu-Ryu, bajo la tutela del maestro Nakai Masakatsu, de cuyas manos recibió el título de instructor de artes marciales en 1908, lo cual le permitió abrir su propio dojo (literalmente 'lugar de esclarecimiento'), su sala de entrenamiento.
En 1912, con veintinueve años, reclutó un centenar de personas, campesinos y militares, y marchó a la isla de Hokkaido, donde fundó un pueblo al que llamó Shirataki. En aquel momento la prefectura se acababa de abrir al desarrollo y acogía a todos los colonos que desearan trabajar la tierra. Durante siete años ejerció la jefatura de esta nueva colonia y cultivó la tierra, sirvió en el consejo municipal y contribuyó al desarrollo de la región.
Allí trabajó el campo, mientras continuaba con durísimos entrenamientos. En 1915 se había encontrado por casualidad en una posada con Takeda Sokaku, maestro de esgrima de la escuela Daito, quien le admitió como discípulo y le instruyó en el arte de la espada (algunas de cuyas técnicas incorporaría Ueshiba al aikido más tarde) pero, al no encontrar lo que buscaba junto a él, se volvió.
En 1920 murió su padre de una enfermedad, lo que supuso un duro golpe para él. Abandonó Hokkaido y regresó a su ciudad natal, presa de una terrible aflicción psíquica. Marchó luego a la ciudad de Ayabe, donde conoció a Deguchi Onisaburo, cabeza de la secta religiosa Omoto, derivada del Shinto meditativo, en cuyas enseñanzas encontró cierto consuelo. A petición del anterior estableció en la ciudad un nuevo dojo, destinado a instruir en las artes marciales a los seguidores de la secta. Los ocho años que estuvo allí, hasta que se trasladó a Tokio en 1927, fueron formativos para él. Estudió filosofía Shinto y se dedicó por completo al budo (el 'Camino de las artes marciales').
Durante este tiempo hizo un paréntesis para viajar junto a Onisaburo hacia Mongolia interior, en busca de un lugar donde establecer un centro de todas las religiones, que sería base de un nuevo orden social y político. Pero las condiciones que en Mongolia se vivían por entonces, violentas e inestables, hicieron peligrar sus vidas, pues fueron atacados varias veces por soldados nacionalistas chinos y bandidos.
Entre las muchas anécdotas que existen sobre la vida de Ueshiba, una de las más conocidas tuvo lugar precisamente en esta región. El grupo se dirigía a su destino en el distrito de Xing'an cuando, en un paso próximo a Tongliao, cayó en una emboscada y cientos de balas empezaron a llover sobre ellos. Todo parecía indicar que la muerte era inevitable, pero Ueshiba permaneció imperturbable: el control que había adquirido sobre su cuerpo le permitía esquivar las balas con un ligero movimiento.
En 1925, tuvo Ueshiba la primera de las visiones que habían de transformar su vida. Contaba por entonces cuarenta y dos años, y un día salió al jardín de su dojo en Ayabe, donde fue desafiado por un oficial armado con un sable, al que hizo frente con sus manos desnudas; cada vez que el militar atacaba, Ueshiba se movía ligerísimamente, lo justo para evitar la estocada, hasta que el otro, exhausto, desistió. Inmediatamente después de este suceso se encontró identificado con el sol, la luna y las estrellas y se vio a sí mismo como el universo; había experimentado lo que en japonés se llama el sumi-kiri (la claridad de mente y cuerpo).
Su técnica, de carácter defensivo (no de ataque) y basada en el combate con las manos vacías, cada vez más perfeccionada, llegó a oídos de las altas autoridades militares y políticas de Tokio, ante las cuales hizo una serie de demostraciones en el otoño de 1925. El éxito fue tan grande que el antiguo Primer Ministro, el conde Gonnohyoe Yamamoto, le pidió que impartiera un seminario formativo para oficiales del ejército y figuras prominentes de la Casa Imperial, así que pasó una algún tiempo impartiendo su docencia en los más prestigiosos centros de Japón, como la Academia Naval de Toyama, la Academia de Policía Militar y en el Colegio Militar; un tiempo que Ueshiba, por su parte, aprovechó para instruirse en el arte del Kendo.
Poco después, la secta de Onisaburo fue declarada rebelde por el gobierno, así que en el año 1931, previendo problemas, decidió retirarse de la vida pública y confiar la dirección del dojo donde enseñaba su doctrina, que había ido formulando durante la década de los veinte, a su hijo, Ueshiba Kishomaru.
En 1935, echando mano de sus ahorros, compró unas tierras en los alrededores de Iwama, al norte de Tokio. Estableció una granja donde instituyó un santuario dedicado a su forma de vida (el aiki) al que se retiró; allí aspiraba a unir los objetivos del aikido -nombre que había dado en 1938 al conjunto de prácticas que constituían su técnica-, con una vida dedicada a la agricultura. Muchos fueron los que intentaron frecuentar su dojo, pero Ueshiba no aceptaba a cualquiera; entrevistaba personalmente a los aspirantes y era muy selectivo.
La segunda visión ocurrió entonces, en diciembre de 1940, cuando practicaba una purificación ritual y repentinamente olvidó todo lo que había aprendido y las técnicas a las que había dedicado tantos años de práctica se le aparecieron completamente renovadas. Ahora eran vehículos de conocimiento y de vida, en vez de recursos para destruir a la gente.
Con el estallido de la Guerra del Pacífico en diciembre de 1941, muchos jóvenes fueron llamados a filas y el aikido perdió numerosos alumnos. Fue entonces, en uno de los períodos más dramáticos de la historia de Japón, cuando tuvo la tercera visión. Se dio cuenta entonces de que el bushido había sido malinterpretado, pues el verdadero camino del guerrero era el Arte de la Paz, no el de la Guerra, y debía concretarse en una disciplina creativa del cuerpo y la mente, un medio de manejarse ante la agresión constante de la vida.
En los años inmediatos a la Segunda Guerra Mundial el aikido, junto con las demás artes marciales, fue proscrito por la ley, pero Ueshiba juró junto a un puñado de sus discípulos mantener viva la llama del aikido. El 9 de febrero de 1948 el gobierno le permitió volver a abrir su dojo en Tokio, que fue declarado como una asociación filantrópica, con el nombre de aikikai.
El aikido ya estaba consolidado como un arte diferente al resto de artes marciales, y la fama de Ueshiba se extendía a lo largo del país. En septiembre de 1956 fue reconocido oficialmente en Tokio y en 1960 hizo la primera demostración pública de aikido, patrocinada por el aikikai. En 1961 viajó a las islas Hawai para asistir a la ceremonia de apertura de un nuevo dojo. Tres años más tarde fue condecorado por el emperador y en 1967 abrió un nuevo dojo en Tokio. Para entonces ya había contraído la terrible enfermedad que luego le llevaría a la muerte, así que se retiró a su granja, donde murió dos años después. Fue sucedido por su hijo, quien recogió sus enseñanzas espirituales en un libro titulado El espíritu del aikido.
Las anécdotas son numerosas en la vida de Ueshiba. Algunas forman parte de la leyenda; otras son realidad, y de ellas fueron testigos sus contemporáneos. A veces fueron filmadas o fotografiadas. Se dice que aun cuando era un anciano de ochenta años y con tan sólo cincuenta y seis kilos de peso, podía desarmar a cualquier enemigo, vencer cualquier número de atacantes e inmovilizar a un oponente con un solo dedo. Nunca atacaba, pues esto significaría haber perdido el control; Morihei era sobre todo un hombre de paz que detestaba toda clase de violencia, y que trataba de evitar el enfrentamiento mediante la armonía.

MAESTROS

       

Fco.Javier de León; 3º DAN Aikido;
1º DAN Judo  

Rafael Panadero (Maico); 3º DAN Aikido;
1º DAN Judo  

Miguel Ángel Colmena 2º DAN Aikido;
2º DAN Judo   
 
 DOJO

        

Dojo significa "lugar del camino", o "lugar de instrucción del método o camino". Un dojo es más que un lugar para hacer ejercicio. Es una extensión de nuestro espacio donde podemos forjar el cuerpo, el espíritu y donde a la vez convivimos con personas con intereses similares creando conexiones personales valiosas.

Nos encontramos en:
Termalia Sport
c/Pilar Navarro Nº27, Cuenca
969271694








Para ingresar
En nuestro dojo, los alumnos tienen acceso a todas las sesiones de práctica disponibles en el dojo y pueden integrarse en cualquier momento. 
A un alumno nuevo (kohai) se le asignan ejercicios y técnicas especiales que le ayudarán a conocer el aikido y que su cuerpo se vaya adaptando. También puede llegar a trabajar con compañeros más experimentados (sempai) que con gusto lo ayudarán.
Conforme pasa el tiempo, el alumno nuevo es incorporado gradualmente al entrenamiento general con los demás compañeros. En nuestro dojo practican hombres y mujeres de diversos niveles cuyas edades sobrepasan los 14 años.

Estilo de Trabajo
En nuestro dojo una parte importante de nuestro estilo de trabajo es la relación constructiva entre los estudiantes más experimentados (sempai) con los menos experimentados o nuevos (kohai).  Al crecer y mejorar uno, el otro también lo hace.
Un sempai es una persona que ha entrenado más tiempo bajo el sensei y que entiende los estándares del dojo. Es el responsable de ver, procurar y asegurar que los kohai tengan todo lo necesario para poder entrenar y aprender. También son responsables de transmitir las normas de etiqueta y ayudan a que dichos estándares se alcancen.
Un kohai, por su parte, se beneficia de la experiencia del sempai y puede solicitarle ayuda para aclarar dudas con respecto a las técnicas, normas, o bien, para preparar sus exámenes. Podría decirse que todos los miembros del dojo son sempai y kohai de alguien más.

HORARIO DE ENTRENAMIENTO

       
Club //
Martes y Jueves ............. 20:30-22:30 h



Tarifas



Club // .................................. 35€ (Mensuales) 
Club // .................................... 7 (Una clase)





Las Tasas son nuevas:
-Tarifas mensuales son: 35 € 
-El pago incluye el disfrute de dos horas de aikido martes y jueves de 20:30 a 22:30 y de otras dos horas sueltas para utilizar libremente las instalaciones de Termalia.
-Con un descuento de un 10% si están abonados a Termalia.
-Clases sueltas: 7€.

 http://www.termaliasport.com/


REGLAS PARTICULARES DEL DOJO

        Entrando en un DOJO, entráis en un mundo diferente, un mundo de guerreros. Templo de respeto y camaderia, puede convertirse en un lugar de paranoia y desconfianza.

        Sobre el tatami somos alternativamente atacantes y atacados y nos entrenamos en reaccionar instintivamente. Es gracias a la etiqueta que podemos practicar con total seguridad , disciplinar nuestra tendencias agresivas, desarrollar la comparación y el respeto.

        Un DOJO NO ES UN GIMNASIO. Es un lugar donde se dispensa la enseñanza del Maestro. No se debe expandir el ego allí, sino educar y purificar el cuerpo y el alma. Una actitud de respeto, sinceridad y de modestias, esencial para la serenidad de cada uno.

        Las reglas siguientes son indispensables para mantener un ambiente propicio para el estudio del Arte Marcial en el DOJO.

        ·    El DOJO funciona siguiendo reglas tradicionales. Es el lugar consagrado para recibir las enseñanzas de nuestro arte marcial. Es deber de cada alumno honrar y seguir esta enseñanza.
        ·    Cada alumno debe participar en la creación de una atmósfera positiva de armonía y respeto.
        ·    La limpieza constituye un acto de gratitud y de respeto y cada practicante debe participar en la limpieza del DOJO y aplicarse en ella con interés.
        ·    El DOJO no debe de ser utilizado para otros fines que no sean las clases previstas, o sin el permiso del responsable.
        ·    Es el profesor el responsable de decidir si impartirá o no su enseñanza a un alumno. No se compra la técnica. La cuota mensual os garantiza un lugar para practicar y  no es sino uno de los medios de probar vuestra gratitud por la enseñanza que recibís. Las cotizaciones se deberán satisfacer puntualmente.
        ·    Respetad al fundador y sus enseñanzas como son transmitidas por vuestro profesor. Respetar el Dojo, vuestras herramientas de trabajo, vuestra ropa y vosotros mutuamente.


REGLAS DEL PRACTICANTE

        * Es necesario respetar las enseñanzas y la filosofía del Fundador y la manera en que las trasmite el instructor.
        * Cada practicante se compromete moralmente a no utilizar jamás una técnica de para herir o para manifestar su ego. No es una técnica de destrucción sino de creación. Es una herramienta que pretende el desarrollo de una sociedad mejor a través del desarrollo de la personalidad.
        * Los enfrentamientos para saldar conflictos personales sobre el tapiz están prohibidos. No es una pelea callejera. se está sobre el tapiz para trascender y purificar las reacciones agresivas, para adoptar el espíritu del samurai.
        * No habrá espíritu de competición sobre el tatami. El fin no es vencer a un adversario, sino luchar contra nuestros propios instintos agresivos. La fuerza no reside en la potencia muscular sino en la flexibilidad, la comunicación, el control de sí y la modestia.
        * Toda forma de insolencia estará prohibida: debemos ser todos conscientes de nuestros límites.
        * Cada cual tiene posibilidades físicas y razones diferentes para practicar que deben ser respetadas. Lo verdadero es la explicación correcta y flexible de la técnica apropiada en cualquier circunstancia. Debemos velar por no ocasionar ninguna lesión.. hay que proteger a nuestro compañero y protegernos nosotros mismos.
        * Aceptemos los consejos y las instrucciones del instructor o nuestros compañeros de rango superior (Sempai) e intentemos aplicarlas con sinceridad, lo mejor que podemos. No hay lugar para la discusión.
        * Todos los practicantes estudian los mismos principios. Ningún desacuerdo debe nacer en el seno del grupo, todos los practicantes del Dojo forman una gran familia; el secreto es la armonía. Si no puedes respetar estas reglas, será imposible estudiar en ese Dojo.
        * No abandonéis el tapiz durante el entrenamiento salvo en caso de herida o de enfermedad advirtiendo de ello al instructor.
        * Cuando el instructor muestra una técnica, deberéis permanecer sentados en seiza y mirar atentamente. Tras la demostración, saludad al profesor, después a vuestro compañero y comenzad a trabajar.
        * Cuando se anuncia el fin de una técnica, para inmediatamente vuestro movimiento, saludad a vuestro compañero y reuniros con los otros practicantes sentados.


ETIQUETA SOBRE EL TATAMI

        * Entrando y saliendo del tapiz, debemos saludar.
        * Saludad siempre en dirección del Kamiza y del retrato del fundador.
        * Respetad vuestros instrumentos de trabajo: el Gi (ropa de entrenamiento) debe estar limpio y en buen estado. Respetad a vuestros adversarios vigilando vuestro aseo personal antes de entrar al tatami.
        * Algunos minutos antes del entrenamiento deberéis estar allí preparados.
        * La clase se comienza y finaliza con una ceremonia formal. Es esencial estar a la hora para participar  en ella; pero si llegáis con retraso, deberéis esperar sentados al lado del tapiz hasta que el profesor os haga una señal para incorporaros a la clase. Saludadle de rodillas al entrar al tapiz. Procurad también no perturbar la clase.
        * Si no esta empezada la clase, pero esta el instructor o algún Sempai esta en el tatami se les deberá pedir permiso para entrar al tatami
        * La manera correcta de sentarse sobre el tapiz es el seiza. Pero si estáis lesionado en las rodillas, os podéis sentar en las piernas cruzadas por delante del cuerpo  y la espalda recta., nunca estiréis las piernas ni os apoyéis en una parad o una columna. Deberéis estar dispuestos en cualquier momento.
        * No permanezcáis nunca de pie sobre el tapiz sin trabajar.
        * Si por una razón o por otra debéis ineludiblemente hacer una pregunta al instructor, id hacia el, nunca le llaméis: se le saluda con respeto y se espera a que esté disponible. (Un saludo de pie es, en este caso, suficiente).
        * Cuando el profesor os muestra un movimiento en particular durante la clase, poneros de rodillas y mirad atentamente. Saludadle cuando halla acabado. Mientras corrige a otro practicante, podéis parar de trabajar para mirar, sentaros en seiza y saludad igual.
        * Respetad a los practicantes de mayor grado (Sempai). No discutáis nunca a cerca de la técnica.
        * Estáis allí para trabajar, no para imponer vuestras ideas a los otros.
        * Cuando conocéis el movimiento y trabajáis con alguien que no lo conoce, podéis guiarle. Pero no intentéis corregir a vuestro compañero si no tenéis el nivel de Yudansha (cinturón negro).
        * Hablad lo menos posible sobre el tapiz.
        * No os acomodéis sobre el tapiz antes o después de las clases, está reservado aquellos que desean entrenarse.
        * El tapiz deberá ser barrido cada día antes de las clases y al final de la jornada. Cada  uno es responsable de la limpieza del Dojo.
        * Está prohibido comer, beber, fumar, masticar chicle sobre el tapiz y en el Dojo durante el entrenamiento y en cualquier otro momento.
        * Llevar joyas durante el entrenamiento está prohibido.

No toméis jamás bebidas alcohólicas si no os habéis quitado todavía vuestra ropa de entrenamiento.

INDUMENTARIA DENTRO DEL TATAMI:
      
        Aikido: Keikogui blanco sin escudos, un cinturón blanco, hakama a partir del 3º kyu y las armas correspondientes (tanto, jo, bokken).

LICENCIAS FEDERATIVAS

        Es obligatorio el federarse a cada una de sus disciplinas, para tener el seguro medico correspondiente y  que cuando nos examinemos nuestros grados estén reconocidos por las distintas federaciones y por el Consejo Superior de Deportes, y así poder algún día  examinarnos de cinturón negro.

        El pago de la licencia es anual y cubre todo el año en vigor
CURSOS PASADOS

Curso Nacional de Aikido del Maestro Ricardo Ledesma 6º Dan para Instructores y Maestros

El primer curso que celebramos en nuestro nuevo Dojo situado en Termalia Sport, el curso de Aikido impartido por el presidente de la Comisión de Enseñanza, Ricardo Ledesma 6º dan.

Curso Nacional de Aikido del Maestro Ricardo Ledesma 6º Dan para Instructores y Maestros

El pasado fin de semana del doce y trece de Noviembre de dos mil once, se celebró en el pabellón polideportivo “El Sargal”, convertido ya en un clásico, el curso de Aikido impartido por el presidente de la Comisión de Enseñanza, Ricardo Ledesma 6º dan, la primera vez que ha impartido una clase en nuestra ciudad después de que se le otorgara el 6º dan.

Tuvimos el privilegio de acoger a personas venidas de Las Palmas de Gran Canaria, Albacete, y en su gran mayoría de Madrid. Os agradecemos a todos vuestra presencia en el tatami y vuestras risas durante la comida y la cena.

El bokken tuvo gran importancia en todo el fin de semana haciendo un trabajo serio y lleno de potencia como ya nos tiene acostumbrados en sus últimos cursos.

El domingo trece se celebraron los exámenes de instructores y maestros, con unas clases dinámicas siguiendo el trabajo que Ricardo propuso para el fin de semana.

Enhorabuena a los aprobados, que en este caso fueron las tres personas presentadas.



Curso Nacional de Aikido del Maestro Ricardo Ledesma 5º Dan para instructores y Maestros
 
Los días 12 y 13 de septiembre hemos disfrutado otra vez en nuestra ciudad de la presencia del presidente de la Comisión de Enseñanza de la AETAIKI, el maestro D. Ricardo Ledesma Rubio, 5º Dan. El curso ha sido dirigido por un lado a la formación de instructores y maestros con la asistencia de cintos negros que buscaban la titulación y de otros practicantes que estaban deseosos de participar en un curso tras las vacaciones. Además de estas clases específicas el maestro Ricardo impartió tres clases basadas en el manejo del Bokken y su posterior aplicación al aikido sin armas. Lo cierto es que el curso fue muy divertido e instructivo y nos quedó, como siempre con el maestro Ricardo, la sensación de que había sido corto, que queríamos mas.


Curso Nacional de Aikido del Maestro Ricardo Ledesma 5º Dan
El maestro Ricardo Ledesma se acercó a Cuenca los días 7 y 8 de marzo para impartir un curso que resultó excelente por su intensidad, por la asistencia de alumnado y por la calidad de la enseñanza del maestro. En el curso se trataron fundamentalmente cosas básicas para la práctica del aikido además de clases de armas en las que el maestro demostró ser un referente a seguir en nuestros trabajos.